Nuestros hijos viven y vivirán en sociedad, colaborarán para conseguir sus objetivos, tendrán que hacer equipo con gente muy diversa y, sin duda, surgirán conflictos que podrán gestionar de la mejor manera si les facilitamos las herramientas adecuadas y, sobre todo, si les damos buen ejemplo.
A pesar de los muchos beneficios que tiene trabajar en equipo, no todas las personas saben, quieren, o se les da bien.
Para que tu hijo no se convierta en un adulto que se siente incapacitado de laborar junto y en pos de otros, enséñale cómo hacerlo llevando a cabo los siguientes tips:
El trabajo en equipo debe basarse en el respeto
Si no se respeta el criterio y el trabajo de los demás, no se podrá nunca trabajar en equipo.
Tu hijo debe aprender que sus compañeros tienen el derecho de ofrecer sus opiniones y ejecutar una obra según sus ideas.
El respeto hacia lo que consideran los demás le ahorrará muchas desavenencias, disgustos y hasta riñas, lo mismo en la etapa escolar que en la adultez.
Hay que establecer reglas
Siempre que se trabaja con otras personas hay que establecer reglas que todos deban cumplir.
Las reglas son la base de la disciplina, y cuando hay muchas cabezas pensantes, caprichos por realizar y manos para hacer, no se puede andar a libre albedrío.
Hay que poner un orden para que la faena llegue a buen término.
Repartir las tareas para designar las responsabilidades
El niño al que educas debe aprender que, dentro de un grupo, a pesar de que la faena se comparta, a cada cuál le toca un trabajo en específico por el que debe responder.
Las responsabilidades individuales de los integrantes deben establecerse desde el principio de la contienda.
Fuentes; Eres_mamá
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